Este es mi Blog Personal dedicado a la sexología.
En el se trataran fundamentalmente los conceptos de: sexuación, sexualidad, erótica, amatoria, pareja y procreación; que articulan el Hecho Sexual Humano. Veremos como se viven los mismos desde nuestros modos (hombre o mujer), matices (homosexual o heterosexual) y peculiaridades.
Espero que disfrutéis mucho y poder teneros pronto de vuelta!!

sábado, 24 de julio de 2010

Primera vez

Consulta:

Quisiera saber cómo mirarle después de hacerlo por primera vez... me daría muchísimo corte. Igual que al momento de hacerlo, abrirme de piernas, ver cómo me mira... no sé me daría muchísima vergüenza.


Mi respuesta:

Hola Usuario,

Antes que nada me gustaría darte las gracias por depositar tu confianza en nuestra página de INCISEX, y despejar aquí tus dudas.

Respecto a la consulta que nos realizas, no especificas “qué es lo que te produce vergüenza” (¿se trata de una cuestión meramente corporal? ¿incluyes también el sentimiento de vergüenza por miedo a no saber que hacer ante esa nueva experiencia? ¿se refiere más a cuestiones ideológicas?), tampoco matizas en la misma cuando te refieres a “hacerlo por primera vez” (¿qué es lo que haces por primera vez?). Por lo que comentas, entiendo que te refieres a que todavía “no has realizado el coito”, pero que es posible que tengas ya cierta experiencia en otros juegos eróticos. Si me equivoco en mi afirmación, no dudes en corregirme.

Para algunas personas el primer “coito” “penetración” (o lo que comúnmente llaman “mi primera vez”) es solo una práctica erótica más, una pequeña porción de un gran número de juegos que se pueden realizar. Sin embargo, para otras personas ese primer “coito” es una experiencia muy importante en sus vidas. Sea cual sea el caso, suele suceder que al encontrarnos ante una experiencia nueva o desconocida, se produzca cierta dosis de incertidumbre, de desconocimiento, y a veces, de dudas, miedos (miedo a enseñar el cuerpo, pensamientos que tendrá él respecto a nuestro comportamiento, miedo a que la relación cambie etc.). Por ello, puede ser útil, sobretodo en estos últimos casos, hablar con nuestra pareja sobre todas esas dudas o miedos que puedan surgirnos, ya que al igual que nosotras, ellos también pueden tener los suyos propios (no olvidemos que él también tiene por primera vez esa experiencia contigo, aunque ya tuviera otras anteriormente, y por tanto, también puede tener dudas o inseguridades al respecto).

No resulta sorprendente que en esas primeras citas a veces haya pequeños “obstáculos” (sobretodo si los dos sois inexpertos) debido a esa falta de experiencia entre ambos (y por ello, que esas primeras penetraciones a veces no sean perfectas). Sin embargo, que se produzcan pequeños retos a nivel “técnico”, no implica que no pueda ser una experiencia maravillosa a nivel “mental”. Es más, para algunas personas superar estos pequeños retos les supone algo enriquecedor. Como ves, los encuentros eróticos requieren de un conocimiento mutuo y de habilidades que se van aprendiendo con la experiencia y que crecen día a día.

Puede ayudar en esto tomar conciencia de nosotros mismos y de nuestro cuerpo: cómo se ve y cómo responde a los diferentes tipos de estimulación, cómo es la vagina, dónde se encuentra el clítoris, cuáles son las zonas más sensibles de tu cuerpo, cómo nos gusta que sean acariciadas, cómo es el aparato reproductor masculino, qué olores y sabores nos gustan, que cosas nos gustan ver, etc. Reconocer que somos sujetos sexuados con sentimientos, emociones y fantasías eróticas implica analizarnos como tales, y tomar una conciencia de nuestro cuerpo, y de nosotros mismos, que nos permita disfrutar más y mejor.

Dos recomendaciones que puedes tener presentes, si lo deseas, a la hora de realizar el coito son: buscar un sitio tranquilo donde podáis mantener una privacidad y estar exentos de prisas; y utilizar preservativos como la única forma segura de evitar embarazos (en el caso de que así se quiera) e ITG (infecciones de transmisión genital).

Puede ser útil reflexionar (en el caso de que no lo hayas hecho) sobre aspectos como: ¿realmente quiero hacerlo o lo hago porque los demás lo hacen? ¿lo hago como una “prueba de amor” para demostrarle que le quiero? ¿me siento en parte presionada por la insistencia de él/ella? La decisión de realizarlo por el “miedo a” (miedo a ser abandonada, a que me critiquen…) puede traernos luego líos ¿no crees?. La “primera vez” es, fundamentalmente, una decisión libre y distanciada de ningún tipo de presiones. Es decir, es una convicción “de dos”. Puede ser beneficioso que si se tienen dudas al respecto, se charle con nuestro chico/a esta situación, para que de esta forma, se respeten los tiempos que cada uno necesite. ¿Es mejor realizarlo cuando realmente nos apetece, o por el contrario, cuando “se supone” que hay que hacerlo? ¿tomarlo como deseo o como obligación?

Respecto a los encuentros eróticos, son muchas las opciones que tienes. Puedes tener encuentros que no incluyan la penetración, y que se centren simplemente en juegos eróticos (consistentes, por ejemplo, en la estimulación de las diferentes partes del cuerpo, ya sea por medio de: masajes, besos, caricias… o lamiendo, o palpando los genitales y/o zonas erógenas, mediante la fricción de los genitales o de nuestros cuerpos). Esta opción puede ayudaros a abrir el abanico de posibilidades de disfrute que poseemos, y descubrir nuevas sensaciones y formas de sensar, y de proporcionar y obtener placer. También podemos tener encuentros eróticos con penetración simplemente, si así lo hemos decidido. O bien podemos combinar ambas alternativas: juegos eróticos y penetración, utilizando una u otra como prioritaria. Como ves un sin fin de opciones, que puedes elegir o combinar. Cada uno puede preparar su propio menú con los ingredientes que más le gusten (solo juegos eróticos, solo penetración, un poco de ambas), y priorizando unas especias sobre otras (¿prefiero más la comunicación y el respeto? ¿acaso la complicidad? ¿o tal vez la diversión, el juego y las fantasías? ¿un poco de todo?) ¡Sírvanse lo que deseen! ¡¡Al gusto de cada uno!!! ¿qué plato te gusta más a ti? ¿te entra más por la vista, por el olfato, por el gusto, por el tacto? ¿Cómo crees que le verás y te sentirás después de este festín delicadamente elegido y seleccionado? ¿con ganas de volver a repetir? ¿o mejor prefieres otro menú para la próxima vez?
Mucha suerte y… ¡averigua tus menús favoritos!

Si quieres o queréis comentar, matizar o consultarnos de nuevo otra pregunta que os surja, será un placer atenderla.

Un fuerte abrazo y… ¡bon appétit! ;)

Asesor Incisex:

IRIA

Peculiaridades eróticas, sadomasoquismo

Consulta:

Quiero saber que tipo de parafilia es.
Me gusta ver violaciones sadomasoquistas y videos en Internet de humillaciones, las caricaturas japonesas eróticas. Padezco algún tipo de parafilia.


Mi respuesta:

Hola Usuario,

Antes que nada me gustaría darte las gracias por depositar tu confianza en nuestra página de INCISEX, y despejar aquí tus dudas.

Lo que estás planteando en tu consulta bajo el acrónimo de “parafilia”, son en realidad “peculiaridades eróticas”, es decir, peculiaridades relativas a los deseos.

Hablar de “parafilias”, desde un punto de vista psiquiátrico, equivale a hablar de “trastornos mentales” (expresión que tiene como base, y a la cual da forma, el DSM IV).

Actualmente utilizamos este vocablo para referirnos a “todos aquellos deseos que no conducen a la penetración o no forman parte del modelo basado en la cópula”. De esta forma, si buscamos en la “wikipedia” el término “parafilia”, encontramos definiciones como estas:
“Patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad”

Según esto, el encontrar excitación en objetos, situaciones… que No forman parte de los estímulos normativos basados en el coitocentrismo, es considerado como una parafilia. Ahora bien, si la fuente predominante de placer es el coito, ¿no tenemos acaso la mayoría algún tipo de “parafilia” en mayor o menor grado? ¿realmente somos todos tan diferentes como pensamos? ¿no hay en la erótica humana muchas peculiaridades del deseo que no tienen como objetivo el coito, y mucho menos la reproducción?

No resulta extraño con este panorama que las personas, absorbidas por esta visión clínica centrada en el déficit, se autodiagnostiquen a través de preguntas como: ¿tendré algún problema? ¿tengo yo esa parafilia? ¿es eso grave o peligroso? El miedo a que se confirmen sus sospechas les produce un sentimiento de culpa y vergüenza.

Por ello, pasar de una línea patologizadora de “trastornos” y “parafilias”, a una línea sexológica basada en el Hecho Sexual Humano, desde el cual se promueve la diversidad erótica, y por ende, la idea de “peculiaridades eróticas”, nos permite salir de la dicotomía de normal-anormal, y que la persona se sitúe desde una perspectiva distinta a la hora de reflexionar y analizar su peculiaridad. Es decir, si nos situamos desde la sexología no hablaremos de trastornos o parafilias (a excepción de algunos “sexólogos” obcecados por su afán de diagnosticar y patologizar), sino de particularidades o peculiaridades eróticas. Esto, no implica que no aceptemos que haya problemas causados por trastornos mentales orgánicos, lo que pasa es que estos son mínimos o de carácter puntual. Es por este motivo ilícito sacrificar peculiaridades eróticas comunes por los problemas de una minoría, ¿no te parece? ¿desde dónde prefieres situarte tú?

Ahora, dejando esto a parte, y si me lo permites, vamos a hacer un pequeño experimento contigo (pero prometo que no te dolerá, será un experimento imaginario). Suponte que todavía no has nacido, y como yo quiero una persona como tú, he decido construirte tal y como eres ahora. Bien, (entendiendo que me has dado tu permiso ;) ) ¡vamos manos a la obra! Cogemos algunos ingredientes que necesitamos para construirte: un poco de genes y hormonas, una pizca de una determinada educación, un leve espolvoreo de ciertas experiencias, y decenas de otros mecanismos de sexuación… ¡y eso es todo lo que hace falta para formarte!

Todas esas “pizquitas” en determinadas cantidades y dispuestas de una forma tan concreta hacen que seas la persona que eres, y que no puedas ser otra. Es una disposición tan especializada y tan particular que nunca se ha intentado antes y que sólo existirá esta vez.

Durante tu proceso de sexuación (ese camino que se produce desde que naces hasta que mueres y que hace que sea quien eres), y gracias a todos esos “ingredientes” agrupados de esa manera tan servicial, vas descubriendo tus deseos y configurando tu erótica (esa erótica es solo tuya, y no habrá nadie que se sienta atraído por las mismas cosas ni del mismo modo que tú). Durante esa búsqueda, has descubierto algo que te gusta y te produce placer: el sadomasoquismo.

Como ves, los deseos eróticos no atienden a normas, sino que se van descubriendo y cultivando a lo largo de nuestra vida. Hay dos formas de desarrollar o disfrutar estos deseos: a través de las fantasías, y a través de las conductas (gestos):

Respecto a las fantasías eróticas (“lo que se imagina”) tienen la ventaja de no tener consecuencias, por ello, podemos imaginar todo lo que deseemos, porque nadie más que nosotros es dueño de nuestros pensamientos. Las fantasías pueden ser un buen recurso cuando no queremos o no tenemos con quien compartir nuestras peculiaridades eróticas. Estas fantasías de sadomasoquismo, como en tu caso, has decidido cultivarlas a través de videos, caricaturas…
Respecto a nuestras conductas (“lo que se hace”), tienen el inconveniente de que al tratarse de prácticas reales, entran en juego diversos aspectos como por ejemplo: que sean consensuadas (es decir, que los participantes estén de acuerdo sobre la forma e intensidad con la que se realicen), que sean seguras (establecer los límites), etc.
¿Cómo prefieres vivir tu peculiaridad, a través de las fantasías, o de la práctica?

Muchas de estas peculiaridades (las mal llamadas “parafilias”), están presentes en gran parte de las fantasías y juegos eróticos de muchas parejas, y en representaciones eróticas del cine y la literatura. De esta forma, personajes tan conocidos como Angelina Jolie, que se reconoce como una sadomasoquista, o Amy Winehouse, quien ha admitido que le gusta una sesión de azotes, o Quentin Tarantino, fetichista de pies femeninos (y que lo refleja en películas como: “Hill Hill” o “Pulp Fiction”), han hablado de sus peculiaridades eróticas. La antropóloga Nancy Friday, por ejemplo, cuenta que en su libro “mi jardín secreto”, la mayoría de fantasías eróticas que aparecen narradas por mujeres son las de corte sadomasoquista.

Dice en el DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales)
“durante un periodo de seis meses fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamiento” sobre dicha “parafilia”
(Patrones de conducta, de pensamiento, ¿y hasta de fantasías…?)

Te invito a que reflexiones sobre cuestiones como:
¿Se incorporan determinadas peculiaridades eróticas en el manual del DSM-IV bajo el acrónimo de “parafilias” como una forma de controlar la conducta y pensamientos inaceptables desde el punto de vista moral?
¿”criminalizar” las peculiaridades eróticas o cambiar la visión de la sociedad? ¿patología o tolerancia? ¿problema personal o social?
A algunos les gusta explorar sus peculiaridades eróticas fuera del modelo de la cópula ¿son por eso trastornados mentales o tienen parafilias?

Como puedes observar, las “parafilias” constituyen una creación cultural que varía de época en época y de cultura en cultura. Lo que es valorativamente normal para una cultura, no lo es para otra. Hay culturas en las que es normal propiciar cierta dosis de dolor mientras se practica el coito, en otras culturas basadas únicamente en la penetración, las caricias eróticas o los besos serían considerados una parafilia (en tanto que se desvían de la normalidad impuesta socialmente). Por tanto, las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílico dependen de las convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados. Ciertas prácticas como: la felación, el cunilingus, la masturbación, o la homosexualidad, fueron consideradas “perniciosas” y “perversas” hasta mediados del S.XX. Lo que hoy en día nos parece absurdo, en su época fue normal.

En palabras de Havellock Ellis: “En el Hecho Sexual Humano se dan más variedades cultivables, que trastornos curables”

Estas peculiaridades eróticas cultivables nos ayudan a distinguirnos del resto, y nos hacen ser los sujetos sexuados tan especiales que somos… únicos, singulares e irrepetibles ¿no crees?

Un fuerte abrazo y… ¡cultívate! ;)

Si quieres comentar, matizar o consultarnos de nuevo otra pregunta que os surja, será un placer atenderla.

Asesor Incisex:

IRIA

Píldora postcoital (para emergencias)

Consulta:

El pasado sábado de madrugada tuve un pequeño problema sexual con mi novio. Como puedes imaginar no usamos preservativo; así que a la mañana siguiente nos fuimos a un centro y me recetaron norlevo. Me lo tomé como me indicaron y no tuve ningún tipo de molestias, vómitos, nauseas ni nada por el estilo. El caso es que me dijo la doctora que después de tomármelo la regla me bajaría cuando me tocase. Han pasado diez días desde que me tocaba y no tengo la regla. Si estoy embarazada no sabría qué hacer!


Mi respuesta:

Hola Usuario,

Antes que nada me gustaría darte las gracias por depositar tu confianza en nuestra página de INCISEX, y despejar aquí tus dudas.

Por tu consulta, entiendo que habéis realizado la “penetración vaginal” o algún juego erótico en el que ha habido contacto directo entre los fluidos preseminales y/o semen del hombre y la vagina, ya que son precisamente las ÚNICAS vías posibles para que se produzca un embarazo. Al no usar ningún método anticonceptivo habéis optado por la vía de la “píldora postcoital”. Sin embargo, comentas que llevas un retraso de diez días en tu menstruación, y que tu encuentro amatorio fue un sábado, entonces se sobreentiende que ya llevabas un retraso de al menos tres días cuando te sucedió eso con tu novio, ¿no?. Por ello, yo te pregunto ¿antes de ese sábado de madrugada (al menos dos días antes) tuviste también otros encuentros eróticos con penetración vaginal y sin métodos anticonceptivos? Es decir, se pudo producir el embarazo antes de que tomaras “Norlevo”? Te pregunto esto, porque una de las causas de que la píldora de emergencia no sea efectiva es precisamente que ya estuvieras embarazada (y en este caso este método no sirve para interrumpirlo).

Otras posibilidades que se pueden dar para que NorLevo no funcione (a parte de las anteriores) son: el uso de determinados medicamentos, que hubieras mantenido encuentros eróticos con penetración pene-vagina sin ningún método anticonceptivo después de tomarte la píldora de emergencia NorLevo (después de usarla, se tiene que volver de nuevo a utilizar los métodos aconceptivos o anticonceptivos habituales), o que pasaran más de 72 horas (3 días) entre el coito y la ingesta de la píldora. Esto último es debido a que la píldora de emergencia cubre SOLO hasta un período de 72 horas tras dicho encuentro con posibilidades de embarazo (la eficacia aquí es del 85%). Si la ingesta de la píldora se realizó dentro de las primeras 24 horas tras el incidente, la eficacia de la misma aumenta (es de un 95%). Por ello, cuanto antes se use, menos posibilidades tenemos de quedarnos embarazadas (como fue tu caso). Otros factores que pueden repercutir en su tardanza son: los nervios, el estrés, la incertidumbre, la ansiedad….

Sin embargo, el retraso menstrual que tienes también se puede deber a la propia píldora, puesto que puede provocar un desorden en el ciclo natural de tu regla. No resulta extraño que la regla siguiente (y no un ligero sangrado a veces amarronado que se puede producir días después de la ingesta de la píldora) se adelante o se atrase a la fecha que tenias prevista que te llegara, ni que tampoco sea distinta a la que estás acostumbrada (a menudo en menor cantidad). Al superar los cinco días de retraso (como te sucede a ti), es recomendable ir a tu médico de cabecera, o a un centro de planificación familiar, para realizar un test de embarazo.

En el caso de que no desees un embarazo, te ofrezco la posibilidad de utilizar algún tipo de método anticonceptivo. Esta página: http://www.centrojoven.org/mac.htm te puede ayudar a hacerte una idea de los tipos de métodos anticonceptivos que existen (puesto que la píldora de emergencia es un método de uso ocasional, y que en ningún caso, debería sustituir a los medios habituales de anticoncepción). Como ves, son muchas las alternativas que tienes a tu alcance. Cualquier ginecólogo o centro de planificación familiar puede asesorarte sobre la más adecuada para ti.

Otros métodos que impiden el embarazo son los métodos aconceptivos. Se trata básicamente de prácticas que excluyen la penetración vaginal (coito), y por tanto, la posibilidad de un embarazo. Estos juegos eróticos consisten en la estimulación de las diferentes partes del cuerpo por medio de: masajes, besos, caricias… lamiendo, palpando los genitales y/o zonas erógenas, mediante la fricción de los genitales o de nuestros cuerpos, y en definitiva, ¡de todo aquello que se os ocurra!
Este método nos permite abrir el abanico de posibilidades de disfrute que poseemos, y descubrir nuevas sensaciones y formas de sensar, y de proporcionar y obtener placer.

Bien, hemos hablado arriba de la posibilidad de no desear quedarte embarazada, pero ¿es ese realmente tu deseo? ¿Qué pasaría si el test diera positivo? ¿Cómo se produce un embarazo? ¿estabas acaso en tu momento idóneo para que las posibilidades de un embarazo se producieran? Son preguntas que has podido formularte, y que podemos desarrollar aquí, para ayudarte a gestionar un poco todas esas ideas que has podido plantearte, y que igual tienes rondando por la cabeza…

Respecto al embarazo (concepción) sólo es posible durante la fase ovulatoria. La ovulación se produce cuando un óvulo se desprende de uno de los ovarios, normalmente hacia la MITAD del ciclo menstrual. La fecundación (fertilización) se produce si en el momento de la ovulación uno de los espermatozoides se encuentra con un óvulo a su paso por las trompas de Falopio (ver imagen).



En un ciclo menstrual estándar de 28 días, la ovulación tiene lugar alrededor del día 14 desde el inicio de la menstruación (si calculas que tus ciclos son de 28 días y si la ovulación se produce el día 14, tu período fértil iría más o menos desde el día 11 al 16. Si son de 30, desde el día 12 hasta el 17 aproximadamente…). Sabiendo que el óvulo puede sobrevivir hasta 48 horas y los espermatozoides dentro del útero casi 72 horas, se dispone de unos 4-5 días fértiles (los 2-3 días anteriores y posteriores a la ovulación).

Según lo expuesto anteriormente, y según tu ciclo menstrual: ¿consideras que estabas ovulando? ¿te encontrabas aproximadamente a mitad del ciclo?

Reflexionar sobre esto y hacer tus propios cálculos, igual te puede ayudar a hacerte una idea de las posibilidades (altas o bajas) de embarazo que existen en tu caso concreto. Sin embargo, sería interesante tener en cuenta que el cuerpo femenino no es una máquina exacta, de modo que no resulta infrecuente que aparezcan ovulaciones espontáneas fuera de los días habituales (lejos del día 14 del ciclo). Por ello, siempre hay posibilidad de embarazo (aunque sean éstas mínimas o muy escasas).

Esta es alguna información en lo que respecta al ciclo menstrual, y en concreto, a la segunda fase, la de ovulación o ovulatoria (puesto que hay otras dos: la fase Folicular, Preovulatoria, y la Lútea, Posovulatoria).

Una vez expuesto esto, vamos a pasar al apartado de tu consulta en la que nos hablas sobre la posibilidad de estar embarazada, y tus dudas al respecto (“Si estoy embarazada no sabría qué hacer”).

Pero… ¿en qué consiste estar embarazada?

Podemos decir que quedarse embarazada, al menos hoy en día, es un deseo, es decir, se ha convertido cada vez más en una idea de proyecto, deseable, que en una obligación (o necesidad de supervivencia). Ser madre, requiere no solo una gran dosis de “querer”, sino también de “responsabilidad”, es decir, ¿quiero realmente tener un hijo y estoy dispuesta a asumir todas las responsabilidades que dicho deseo implica? Y si es así, ¿cuándo deseo tenerlo? ¿Cómo deseo tenerlo?

En el caso de no desear ser madre ¿qué opciones tengo? ¿deseo abortar, o por el contrario prefiero seguir adelante?

(En esta página puedes obtener más información sobre el concepto de “procreación”:
http://www.sexologiaenincisex.com/contenidos/conceptos/lasexologia.php?id=93)

Como puedes ver son muchas las cuestiones que nos podemos hacer. Responder a ellas desde las perspectiva del deseo, y no del deber o obligación, puede ayudarnos a enfocar mejor este asunto, y a darle una forma más manejable a todos estos planteamientos e ideas.

¿Cuál es tu deseo? ¡Te animo/os animo a que exploréis vuestros deseos! (nadie los conoce mejor que vosotros)

Si quieres o queréis comentar, matizar o consultarnos de nuevo otra pregunta que os surja, será un placer atenderla.

Un fuerte abrazo y… ¡Mucha Suerte!

Asesor Incisex:

IRIA

Curvatura peneana

Consulta:

Hace poco estuve con una amiga hasta que llegamos a la cama. Yo tengo un problema, que tengo el pene un poco de lado, no me dio ganas de hacer nada pensando que eso no es normal y que mi amiga se fuera a reír de mi y contarlo por la calle. ¿Que puedo hacer?


Mi respuesta:

Hola Usuario,

Antes que nada me gustaría darte las gracias por depositar tu confianza en nuestro grupo de INCISEX.

Respecto a la pregunta que realizas, no matizas en la misma cuando te refieres a “tener el pene un poco doblado” (¿cuánto es un poco doblado?), tampoco especificas si te sucede esto en estado de reposo (pene “blando”) o en estado de erección.

Cuando el pene esta fláccido es habitual tenerlo en diversas posiciones, pero ¿qué pasa cuando el pene se encuentra en la fase de excitación, con la correspondiente erección del miembro? Bien, cuando este pasa de una situación de relajación a un periodo de erección, puede tener tendencia a adquirir una ligera curva (hacia arriba, derecha, izquierda…).

El pene se puede comparar, con una huella dactilar: ninguna se parece a otra. Cada sujeto tiene características muy particulares que le hacen ser único. Entre ellas, la dirección que puede adoptar el pene una vez que se erecta. Si tienes la oportunidad veras como la forma del pene varía mucho de una persona a otra. Es una de esas cosas que nos da particularidad.

Si dejamos a un lado los prototipos televisivos (dedicados a la industria pornográfica, erótica…) y los cannones establecidos por las empresas publicitarias, no resulta extraño darse cuenta que muchos penes en erección poseen una desviación hacia algún lado. Estas pequeñas curvaturas no tienen porque suponer un problema ni en la actividad individual del individuo ni en sus encuentros amatorios con otras personas. De hecho, algunas mujeres y hombres prefieren los penes con curvatura peneana, ya que alegan que les proporcionan mayor placer durante la penetración vaginal y/o anal.

Existen diferentes variaciones: algunas veces, con una ligera curvatura de concavidad superior (hacia el dorso del pene); con una ligera curvatura de concavidad inferior; o con una ligera curvatura lateral.

Si la curvatura es exagerada, provocando erecciones dolorosas o impidiendo el coito en el encuentro amatorio, puede ser aconsejable que acudas a tu urólogo o andrólogo para que realice un examen más exhaustivo y descarte otro tipo de problema.

Para concluir, podemos decir que poseer una pequeña curvatura peneana es algo lógico y natural, siempre que esta no sea tan marcada como para provocar dolores durante la erección, imposibilitar o dificultar la práctica coital o hacer aparecer el riesgo de “fractura del pene”.

Espero que estas ideas y conocimientos te ayuden a sentirte más seguro y cómodo en tus juegos eróticos.

Si quieres comentar, matizar o consultarnos de nuevo otra pregunta que te surja, será un placer atenderla.

Un fuerte abrazo y…. ¡mucha suerte!

Asesor Incisex:

IRIA

Métodos anticonceptivos y aconceptivos

Consulta:

Tengo 19 años y acabo de conocer a un chico con el que me quiero acostar. ¿Cuál es el mejor método anticonceptivo para mí?


Mi respuesta:

Hola Usuario,

Antes que nada me gustaría darte las gracias por depositar tu confianza en nuestra página de INCISEX, y despejar aquí tus dudas.

En tu consulta nos preguntas sobre “cuál es el mejor método anticonceptivo para ti” (con “anticonceptivo” deduzco que deseas “evitar el embarazo” al realizar el coito), por ello, yo te respondo que “el mejor método anticonceptivo depende de las características personales de cada uno, de tu (y su) fisonomía, de vuestras expectativas y objetivos (de lo que se espera conseguir), del caso concreto, del tipo de encuentro erótico que deseáis…” Además el método “ideal” puede variar con el tiempo, la edad, la etapa evolutiva, el estado físico, las aspiraciones que ambos tenéis, el tipo de relación y de pareja… si deseáis o no protegeros también de infecciones de transmisión genital. Como ves, un cúmulo de factores a tener en cuenta.

Al no poseer estos datos, ni tampoco saber los métodos que conoces o has probado (y cómo te han ido), ni si deseas un método que dependa solo de ti (ejemplo: píldora anticonceptiva) o implique a los dos (ejemplo: preservativo), sólo puedo proporcionarte información general de los métodos anticonceptivos que existen, para que teniendo en cuenta todos estos criterios, ambos podáis decidir cuál es el que más se adapta a vuestro caso (ver página). Puede ser de gran ayuda, además, acudir al ginecólogo o a un centro de planificación familiar. Allí te/os pueden asesorar, y proporcionaros una información más adaptada y amplia respecto a este tema.

Algunos métodos anticonceptivos (los más eficaces) son:

Para ver los métodos anticonceptivos detallados, ir a la página: http://www.centrojoven.org/mac.htm

-Métodos de barrera: preservativo masculino (es el ÚNICO método anticonceptivo, junto al preservativo femenino, eficaz para la prevención de infecciones de transmisión genital, incluida la infección por VIH/SIDA), diafragma, preservativo femenino.

-Métodos hormonales:
Por vía oral: píldora (combina dos hormonas), la mini-píldora (una hormona), píldora
postcoital (solo para emergencias)
Por vía intravaginal y transdérmica: anillo vaginal, parche
Inyectables: inyección mensual e inyección trimestral
Implante subcutáneo: de una o dos varillas

DIU (dispositivo intra-uterino): DIU de cobre, DIU de liberación hormonal

Si te decantas por un método hormonal, es necesaria una evaluación ginecológica (saber tu peso, estatura, presión arterial…). También te hacen una serie de preguntas, y en ocasiones, según el método hormonal seleccionado, pueden hacerte un estudio específico (ecografía, análisis de sangre…). Aparte, te explicarán los pros y contras de cada uno de los métodos.

-Métodos quirúrgicos o de esterilización voluntaria: ligadura de trompas, método essure (obstrucción tubárica), vasectomía

Te/os invito a que ambos reflexionéis sobre cuestiones como: ¿qué es más importante para ti en esta situación concreta y con esta pareja? ¿Cuál prefiere tu pareja? ¿Vas a tener encuentros eróticos frecuentes o de forma puntual? ¿Cuánto deseas gastarte? ¿Valoras que sea un método muy efectivo? ¿Lo prefieres fácil de usar? ¿Qué no tenga efectos secundarios? ¿Qué prevenga además las infecciones de transmisión genital (ITG)?

También existen los métodos aconceptivos.
Se trata básicamente de prácticas que excluyen la penetración vaginal (coito), y por tanto, la posibilidad de un embarazo. Estos juegos eróticos consisten en la estimulación de las diferentes partes del cuerpo por medio de: masajes, besos, caricias… lamiendo, palpando los genitales y/o zonas erógenas, mediante la fricción de los genitales o de nuestros cuerpos, y en definitiva, ¡de todo aquello que se os ocurra!

Este método puede ser un recurso muy beneficioso para aquellos que quieran explorar los deseos del otro (y los suyos). También nos permite abrir el abanico de posibilidades de disfrute que poseemos, y descubrir nuevas sensaciones y formas de sensar, y de proporcionar y obtener placer.

Como ves hay muchas posibilidades de disfrutar de tus encuentros eróticos (sean estos con o sin penetración vaginal), ¿Cuál consideras/consideráis que puede ser el método más adaptado teniendo en cuenta todo esto? Valorar algunas de estas ideas, puede ayudarte/ayudaros a priorizar aquellas que más se adapten a vuestro caso.

¡Os animo a ambos a que exploréis la opción más ajustada! (nadie mejor que vosotros sabe lo que necesitáis)

Si quieres o queréis comentar, matizar o consultarnos de nuevo otra pregunta que os surja, será un placer atenderla.

Un fuerte abrazo y… ¡Mucha Suerte!

Asesor Incisex:

IRIA

miércoles, 9 de junio de 2010

Medida del pene

Consulta:

¿Cuál es la media del tamaño del pene?


Mi respuesta:

Antes que nada me gustaría darte las gracias por depositar tu confianza en nuestra página de INCISEX, y despejar aquí tus dudas.

En tu consulta nos preguntas “cuál es la medida estándar del pene”, y yo te respondo que “NO HAY una medida estándar, ya que el tamaño de pene normal NO existe, sólo existen tamaños DIFERENTES.”

El pene humano puede presentar una gran variedad de tamaños, formas, colores…, por eso, establecer una medida general para el pene, sería cómo decir “¿cuál es el tamaño medio de la nariz, de los ojos, o de las orejas…? “ y no sabríamos que responder ¿verdad? probablemente alegaríamos sorprendidos: “no sé, hay muchos tamaños y tipos… hay narices más chatas, otras más alargadas, unas más finas, otras más gruesas… también hay ojos con muchas formas, unos más redondos, otros más almendrados, otros más achinados… ¿pero una media?”. A casi nadie se le ocurriría preguntar sobre esto ¿a que no?, sin embargo, la medida del tamaño del pene parece no ser tan evidente. Esto es debido a que durante muchos años se ha consolidado la falsa creencia de que el tamaño del pene está directa o indirectamente relacionado con el nivel de “masculinidad” del hombre, con su capacidad reproductiva, y con su capacidad para dar placer.
El tamaño peneano ha adquirido una sobrecarga de significados erróneos. Esto posiciona a algunos en una situación de vulnerabilidad, inseguridad, y en ocasiones, de desesperación. Por ello, se hace necesario una educación “de los sexos” (que no de “sexo”) de calidad. Con esto, lo que pretendemos es salir del bombardeo constante de mensajes y creencias sin sentido (y sin ningún fundamento educativo), que vamos aprendiendo de modelos que nada tienen que ver con fuentes profesionales.

El mito de que el tamaño del pene está asociado a la “hombría”, o placer de la mujer, ha invadido nuestra sociedad. Absorbidos por este hostigamiento proporcionado por los medios de comunicación, y las películas y novelas de carácter erótico o porno, vamos asumiendo este “ideal” como el único verdadero y real que conocemos. Es decir, legitimizamos estas ideas. Por ello, cuando no alcanzamos las perspectivas impuestas por este mundo ficticio, donde los hombres son musculosos, tienen penes enormes, y proporcionan orgasmos de infarto, nos frustramos y desilusionamos. Con este panorama, muchos de estos hombres corren “desesperados y ansiosos” a medirse el pene, con el fin de saber si están dentro de la “normalidad”. Se informan sobre cuáles son los tamaños “normales”. Sin embargo, no se dan cuenta de que los tamaños “normales” tienen una enorme variación. El tamaño estándar NO existe, al menos en la vida REAL.

Aprovechando la ignorancia que se respira, las campañas publicitarias, motivadas por su afán de lucrarse, hacen eco de los llamados “productos milagro”. Estos productos nos garantizan aumentar nuestro tamaño de pene, mediante: masajes, alargadores, cremas, bombas de vacío…. En definitiva, nada que se sustente por la investigación científica.

Con todo este caos que se ha montado, se hace urgente y FUNDAMENTAL, empezar a poner un poco de orden, y deshacer todo este lío. Para ello, lo primero que vamos a hacer es desmitificar la correlación que existe entre “el tamaño peneano y el placer proporcionado por el mismo”:

La vagina está compuesta por tejidos musculares capaces de contraerse al ser estimulados, por ello, al ser flexible, es capaz de agrandarse tanto como para permitir la salida de un bebé, y “contraerse” tanto como para presionar un dedo o un pene. Por tanto, el grosor del pene, en principio, parece no ser importante.
Respecto a la longitud del pene, podemos decir que la zona más sensible de la mujer se encuentra a unos 3-5 cm. de la entrada del canal vaginal, ya sea hacia adentro de la vagina, o hacia arriba en la posición del clítoris… y los alrededores de los labios de la vulva. Por tanto, la sensibilidad del fondo de la vagina, y de la zona que rodea el cuello uterino, suele ser: escasa o nula. De esta forma, el orgasmo alcanzado mediante el coito es debido a la estimulación en el clítoris, es decir, en la entrada de la vagina.
Teniendo en cuenta esto, podemos afirmar que “cualquier tamaño de pene superior a esta longitud (5 cm) es capaz de satisfacer a la mujer”. “Un pene más grande no proporciona más placer ni al hombre, ni a la mujer”.

Y ahora bien, ¿qué pasa con las terminaciones nerviosas del ano? ¿proporciona el mismo placer en la “penetración anal” un pene de 8 cm y uno de 20 cm?
Si la penetración es anal, el tamaño del pene no influye en el disfrute de la mujer, ya que la zona de placer vía anal se encuentra en los esfínteres del ano, y esta zona no tiene más de 2 cm de profundidad.
En el caso de los hombres, una de las zonas más sensibles (que algunos llaman, tal vez equivocadamente, “punto G”) está a unos 5 cm del ano, rodeando la próstata. Por tanto, sea cual sea la medida del pene durante la penetración anal, podremos dar placer, tanto a la mujer, como al hombre (a través de la estimulación directa de la próstata). “Ambos, pueden dar y obtener placer”

¡Te invito a que reflexiones sobre las posibilidades que nos ofrece la diversidad!

Asumir que no son el pene y la vagina los que tienen encuentros eróticos, podría ser de gran utilidad. Somos nosotros, con nuestras diferencias y peculiaridades, lo que nos hace ser únicos, y por tanto, los protagonistas de nuestra historia.

Si quieres comentar, matizar o consultarnos de nuevo otra pregunta que te surja, será un placer atenderla.

Un fuerte abrazo y… ¡Suerte!

Asesor Incisex:

IRIA

domingo, 6 de junio de 2010

Nunca hay que casarse enamorado

¿Casarse en la fase de enamoramiento?

Casarse en la fase de enamoramiento sería un gran error, ya que es una etapa normalmente temporal, en la cual se producen muchos desequilibrios a nivel emocional (alegría/tristeza). Es la fase de: “cuánto sufrimos, pero cuánto nos queremos”. Normalmente hay una falsa creencia de que estamos enamorados, y de que ese amor va a durar para siempre (debido precisamente a esa intensidad en los sentimientos). Es una fase loca, llena de picos…
Vale, vamos a plantearnos entonces la siguiente pregunta: ¿es prudente decirle a un loco que tome una decisión importante? Sería algo descabellado ¿verdad?... tendría muchas probabilidades de equivocarse. Por ello, toda decisión para que sea acertada (o por lo menos tenga altas probabilidades de serlo) necesita tiempo, reflexión… y esta etapa es la menos propicia para conseguir esto. Por ello, una vez que pasamos este periodo de “enamoramiento”, y lo superamos, llegamos a la fase del amor, que es una etapa más tranquila, más estable, más lineal, y en definitiva, más madura. Aquí ya hemos analizado al “otro”, y somos conscientes de sus defectos y de sus virtudes. Empezamos a vivir una realidad (y no una fantasía). Sabemos los pros y los contras de nuestra relación, pero seguimos queriendo a nuestra pareja, deseándola… entonces nos planteamos: ¿nos casamos?. Para mi juicio sigue siendo una etapa temprana para casarse, creo que sería necesario unos años de convivencia y pasar este periodo de amor de 4 años.



Vale bien, toda esta teoría esta muy bien sobre el momento propicio para casarse, pero ahora me pregunto: ¿por qué casarse? ¿quién da “firmeza” a nuestro amor más qué nosotros mismos? Resulta curioso que un papel trasporte a la pareja a otra fase “más estable”, de hecho, resulta hasta agobiante. ¿Acaso un documento avala la veracidad de nuestro amor?
El amor requiere un compromiso que se cultiva día a día, y no de un día para otro se dice: “mañana nuestro amor va a ser más firme” (resulta cómico el hecho de observar como se utilizan las despedidas de soltero/a para “aprovechar” que todavía no estas comprometido). Cuando hablamos de amor yo entendía que era algo diferente… algo que no necesita demostrar nada al resto de la sociedad. Algo que rompe con las tradiciones de “lo que debemos hacer” , porque se supone que es lo suficientemente inquebrantable para no tener que darle categoría de nada. Pero claro, la sociedad dice: primero estudiamos, luego trabajamos, luego nos enamoramos, entonces nos casamos, tenemos hijos… y así sucesivamente… no paran de dirigir nuestras vidas, hasta nuestro amor, que es lo más preciado que tenemos: “ya estas enamorado ¿no? ahora tienes que casarte, y por supuesto… hasta que la muerte os separe eh! resulta romántico, pero la realidad es muy distinta.
Me hace gracia toda esa masa autodirigida, sin libertad… que no es capaz de hacerse la pregunta quizá más importante de la vida de toda persona: ¿POR QUÉ?... supongo que cada cual tiene sus razones para tomar sus decisiones (sean estas “banales” o no) y yo no soy nadie para juzgar su forma de vivir su amor y su vida, aunque discrepe de algunos aspectos que yo considero “hipócritas”.



Dicho esto, me gustaría aportar mi propia teoría sobre este complejo entramado llamado “amor” , y partiendo siempre del hecho de que hablamos de PERSONAS, y con ello quiero dejar implícito que somos seres complejos, donde lo que le influye y vale para uno, no es válido para otro. Por ello, mi “teoría” se queda coja cuando tratamos con individuos, ya que soy consciente de la historia de vida personal de cada uno, y de los diversos factores que repercuten en ella. Una vez tenido en cuenta esto, procederé a mi exposición:
A lo largo de nuestra vida nos vamos creando “modelos de amor” diferentes, esto sucede porque EVOLUCIONAMOS. Si esto es así, y nosotros vamos cambiando, también lo harán nuestras necesidades, intereses, inquietudes… ¿cierto? entonces las cosas que necesitamos o nos llenan ahora, no serán las mismas que hace unos años. Esta evolución se produce cada “x” años (en unos antes y en otros después). Durante ese proceso de renovación continua nos damos cuenta que necesitamos nuevas cosas, que las de atrás se quedaron “incompletas”… y ahí estaría nuestra pareja para cumplir la función de “maestro de formación permanente”, es decir, la de adaptarse y “llenar” nuestras nuevas necesidades… para así seguir estando en el “mercado” del amor. ¿cuándo viene el problema y hay amenaza de “paro” (ruptura)? Cuando esa persona no es capaz de adaptarse a los nuevos modelos de amor que necesitamos, debido probablemente a que él/ella está evolucionando de una forma diferente a la nuestra, por ello, difícilmente va a “llenar” mis necesidades. Esto quedaría parcialmente reflejado en la frase: “el amor es andar los dos en la misma dirección”. Si uno de los dos se desvía y deja de ir por mi camino, las cosas que compartiremos y en las que nos podamos complementar, serán excasas o nulas. También puede suceder que solo nos desviemos un tiempo por otro camino, pero que luego nos volvamos a encontrar y compartamos de nuevo todo lo que necesitamos del… “otro”. Pero nunca hay que olvidar que hemos recorrido camino, que hemos evolucionado, por eso esa persona ahora tiene un nuevo reto: cubrir esos “nuevos intereses”. Si esto no es así, no nos quedará más remedio que seguir andando, dejando atrás a nuestra pareja, para encontrar a esa otra persona que se adapte a lo que yo reclamo… “mi proyecto de vida ahora es diferente y lo que yo ahora necesito tú no me lo puedes dar”…
Sigo caminando y tengo sed, mucha sed, necesito que alguien me calme esa sed… quiero que llegue una persona y LLENE ese vaso de agua que quedo vacío, ese que tú ya nunca me llenas… Te olvidaste de llenarme todos los días el vaso, de dejarlo junto a mi cama esas noches de sequía…

Si echamos la vista atrás en nuestro camino y nos situamos, por ejemplo, en la etapa de la adolescencia, seguramente recordaremos a ese chico ideal del que nos enamoramos, con el que nos emocionábamos, ilusionábamos… pero si volvemos de nuevo a la etapa adulta , seguramente el amor que necesito dista mucho del de aquella época… ¿por qué? porque he evolucionado. (Si mi amor de juventud no evoluciona según mis nuevos gustos difícilmente me interesará).

Ahora me gustaría poner un ejemplo para intentar explicar esto:
A un niño le regalan un juego de ordenador, es un juego alucinante, lleno de misterios, de metas… y el chico lo coge con entusiasmo, no se despega de el… está intrigado. Pero transcurren unos años ¿y qué pasa? que el juego se está quedando “atrasado” y en el mercado hay nuevos juegos que le podrían interesar mucho… Sin embargo, al viejo juego le ha cogido cariño y le cuesta deshacerse de él. Pero el niño, que ya tiene otra mentalidad más avanzada, se da cuenta que necesita un juego más complejo, que ese ya no le llena. ¿Cuáles son las posibles soluciones? Quedarnos con los dos, comprar un nuevo juego acorde a sus características, haber ido evolucionando el antiguo juego o… conformarnos con el antiguo juego viejo y aburrido.

Heterosexualización

Nuestra complicidad en la heterosexualización...

Esta claro el hecho de que la sociedad influye en nuestra sexualidad, esto implica, por tanto, nuestro aprendizaje en el deseo hacia personas del mismo sexo o contrario, según la sociedad sea heterosexualizadora o no. Si echamos la vista atrás , veremos como los guerreros Azande (en el norte del Congo) se casaban rutinariamente con jóvenes muchachos que servían como esposas temporales, o como las mujeres en Lesotho establecían relaciones socialmente aceptadas (motsoalle). Podemos también nombrar en este tipo de relaciones homosexuales a los griegos, donde era considerado normal que un muchacho (entre la pubertad y el crecimiento de la barba) fuera el amante de un hombre mayor, el cual se ocupaba de la educación política, social, científica y moral del amado... La máxima griega veía a la mujer con fines de reproducción, y al hombre como elemento de placer. Casos como este y los anteriores, se pueden ver también en la Antigua Roma y numerosas tribus.



El fin de que nuestra sociedad sea heterosexualizadora, tiene sobretodo su base en la "perpetuación de la especie". No interesa personas homosexuales, y menos si estas no son heterosexualizadoras. De ahí que se les obligue a asumir este tipo de educación con sus hijos, temiendo por su condición de "homosexuales" y "peligrosos" modelos paternos que pueden ser para sus hijos (aprendizaje por imitación, donde los niños tomarían el modelo de conducta de los padres como referente).
Si a este aspecto le sumamos la escasa tasa de natalidad que hay actualmente (la media de hijos oscila sobre el 1,5) con el hecho de "ser homosexual" ,estaríamos ante una grave problema. Es por ello, que a la sociedad le interesa seres heterosexualizadores, trasmitiendo ésta en la publicidad, en la educación escolar, en los cuentos, etc .
Ahora bien, nosotros como seres humanos insertos en una sociedad, y por tanto , influida por ella (queramos o no), somos cómplices (puede ser que seamos también víctimas de ella..
no voy a debatir ese aspecto) en el proceso de heterosexualización. Aunque pensemos que no somos responsables, lo somos incoscientemente desde el momento que leemos a nuestro hermano/a pequeño un cuento donde los protagonistas son "un principe" y una "princesa". Simplemente en este acto, estamos enseñando, al igual que la sociedad, a desear de manera que a ese niño o niña le interese otra persona de sexo distinto. Quiero decir con este ejemplo, que tanto padres, como hermanos, profesores, etc somos parte del proceso de heterosexualización.


(*) al explicar cómo influye la sociedad en la homosexualidad o heterosexualidad de las personas, no elimino con ello a las teorías biológicas que hablan de cierta genética predisponente.

Dos semanas sin mi sexo

“Los seres redondos estaban tan hinchados de orgullo, que ni siquiera les cabía el amor”. No fue hasta el momento en el que Zeus les cortó, cuando tuvieron sexo, y por tanto, amor.

UN SER REDONDO

Relatando mi infierno…

DIARIO DE… (ni siquiera me puedo identificar, ya que mi no-sexo nunca me dio la opción de la distinción)

“iba caminando y caminando y no encontraba nadie a quien admirar, nadie que me enseñara, puesto que mi egocentrismo creía saberlo todo. Me creía tan completo que ni siquiera conocía el amor, pensaba que no lo necesitaba. A veces me preguntaba cómo sería mi vida con sexo”

Me presento:
Soy cualquiera de ellos, soy un número más. Soy esa bola de una bonoloto que todavía espera su suerte, la bola de billar que añora meterse en el agujero para dejar de jugar. Soy todos y nadie.

No tengo nombre, no soy hombre, tampoco una mujer. Siento que me faltan argumentos para definirme, todavía no he encontrado aquello que me diferenciara. Dicen que tengo ojos, pero siempre están secos, son incapaces de llorar…mi boca incapaz de soltar una carcajada… mi cerebro incapaz de soñar…mi cuerpo incapaz de sentir la emoción de una caricia.

Simbolizo la no-comunicación… el cuerpo silencioso e inmóvil que no se expresa, que no habla, que no siente…

Soy la sombra que no cesa, que no tiene vida, el reflejo de cualquiera, el reflejo de la no vida… Soy esa roca que no siente dolor, la isla que siempre está sola y “dormida”…


Suena el despertador como cada mañana, y el canto del gallo me recuerda que me tengo que levantar para hacer mi labor, pero… ¿trabajar para qué? ¿para quién?... es en ese momento cuando recuerdo el motivo: soy un ser vivo que tiene que comer.

Apático y vacio, inmensamente vacío, me dirijo a desempeñar mi faena. Allí me encuentro con otros seres redondos, pero ninguno me mira… de nuevo nadie se percata de mi presencia. Al igual que ellos yo también me dispongo a hacer mi tarea, que ya esta asignada… y minuto tras minuto voy colocando una y otra vez la misma pieza, y así sucesivamente… identificándome cada vez más con esa hormiga que tiene bien definida su función y que cumple escrupulosamente a lo largo de su vida… es entonces cuando me cuestiono ¿quién me robó mi creación, mi ingenio.. mi sexo? ahora solo soy un mecanismo que come, trabaja, duerme…

Termino mi jornada, y de nuevo el impulso de lo conocido me trae de vuelta a casa. De camino a mi hogar me doy cuenta de que nuestra especie no se da la mano al andar, ni siquiera camina junta. Somos seres independientes que nunca nos paramos a observar al otro, cada uno de nosotros andamos por un camino, caminos que nunca se juntan…

Intento imaginar un futuro distinto, pero me doy cuenta de que ya no tengo imaginación, ni de que puedo concebir el futuro… solo vivo el presente como un naufrago a la deriva aguardando ser rescatado, como un gusano en espera de convertirse en mariposa…

El sexo me arrebató la libertad y ahora solo soy un preso con un número que quiere ver la luz , un alma encarcelada que no se manifiesta… me reflejo en el agua, un agua encerrada en una botella que no está llena ni vacía… que no tiene color, que no tiene olor..

Me doy cuenta que sigo sin sentir la emoción de un susurro, la palpitación de un corazón ilusionado…

Voy y vengo como el redondo péndulo de un reloj, pasa el tiempo, pero todo sigue igual, solo estoy yo, solitario como siempre, sumergido en un mecanismo que propulsa mi movimiento. Así son mis días, fríos y silenciosos, como una luna llena en espera de ser cortada, como el frio hielo añorando evaporarse…

Llevo dos semanas andando sin rumbo, sin esperanzas, sin ilusiones. En ocasiones me encuentro a seres como yo, pero ni siquiera nos miramos, de hecho creo que hasta me molestan. Nada ni nadie me interesa excepto yo, solo yo y mi egocentrismo.


“…soy ese que no se distingue por nada… el reflejo de cada uno de esos seres redondos de mi especie…”


Esta es mi no vida


Por:

IRIA SÁNCHEZ

Los seres redondos (o cortados)

¿Sabes de dónde viene la expresión "mi media naranja"?



Se remonta a uno de los textos de la literatura griega “El banquete” (Platón)
Aristófanes explica un mito sobre la naturaleza humana, y con ello, sobre el origen del amor. Cuenta que al principio de todo había tres sexos en las personas (y no dos como ahora), estos eran: el masculino (descendiente del sol), el femenino (descendiente de la tierra) y el andrógino, que participaba de ambos (y por ello, descendiente de la luna).....
La forma de estas personas era redonda y tenían: 4 manos, 4 pies.., dos rostros iguales en cada lado de la cabeza, dos orejas y dos órganos sexuales. Caminaban recto en cualquiera de las dos direcciones, y para correr giraban dando vueltas sobre sus ocho miembros. Estos hombres de cuerpos esféricos, sintiéndose fuertes y con mucho orgullo, conspiraron contra los dioses e intentaron subir hasta el cielo para atacarlos. Zeus, viendo esto, decidió cortarlos por la mitad para hacerlos más débiles y numerosos. De esta forma, cada persona andaría recta sobre dos piernas. Tras la sexuación, Zeus mandó a Apolo a curar sus heridas. Apolo cosió las carnes colgantes y las anudó en ese punto que llamamos ombligo; luego le dio vuelta al rostro para que los hombres tuviesen siempre a la vista la cicatriz, y recordaran el castigo. ....
Añorando cada uno su mitad, hacían esfuerzos para buscarla. Una vez que la encontraban se abrazaban y morían de hambre por no querer separarse nunca más de ella. Compadeciéndose entonces Zeus, traslada sus órganos genitales hacia la parte delantera, pues hasta entonces los tenían por fuera, y engendraban en la tierra. De esta manera, consiguió que tuviera lugar la generación en ellos mismos, para que de esta forma si en el abrazo se encontraba un hombre con una mujer, engendraran, y siguiera existiendo la especie humana. ....
Desde entonces todos estamos destinados a buscar a la media mitad que perdimos para “completarnos”: los andróginos a su mitad hombre o mujer, los que son sección de mujer se inclinan más a las mujeres, y de ahí que surga el género de la “homosexualidad femenina” ,y los que son sección de varón, aman a los varones.....

Sexo deriva del latín “secare”, que significa: “cortar”, “dividir”, “separar”. Podemos aplicar esta terminología, por tanto, al mito que narró Aristófanes en el cual Zeus “cortó” a estos seres humanos esféricos en dos. En esta leyenda se pone de manifiesto como el sexo es el origen del amor.....
E-mail: neira_bgirl@hotmail.com

Sobre mi

Iria Sánchez

Datos personales

  • Sexo: Mujer
  • Edad: 23 años
  • Nacionalidad: Española
  • Sector: Sexología, Educación
  • Estudios:
Diplomatura en Educación Social (2005-2008)
Máster en Sexología. Educación y Asesoramiento Sexual (Instituto de Ciencias Sexológicas de Madrid) (2008- actualmente)
  • E-mail:neira_bgirl@hotmail.com

Intereses

Primera vez


Consulta:


Yo soy virgen y mi chico lo sabe así que nos tomamos las cosas con calma, pero tenemos muchas ganas de hacer el amor y cuando nos ponemos a ello noto que las cosas no van del todo bien. Cuando empezamos a ponernos en situación creo que no soy capaz de "ponerle" lo suficiente, me quedo bastante parada, no porque no quiera tocarle, es que no se muy bien que hacer... Y bueno cuando intento introducir su pene en mi vagina, no hay manera... no es que me duela, es que creo que ni siquiera entra un poco, pero tampoco es porque este nerviosa porque con el estoy muy a gusto... No se, necesito que alguien me aconseje: cómo consigo excitarle lo suficiente para que podamos intentar la penetración sin que su pene se ablande y como me coloco o que hago para meterlo dentro.
Anteriormente había tenido un par de intentos con dos chicos con los que no tenía tanta confianza como con este, pero me pasó exactamente lo mismo...

Un saludo. Gracias


Mi respuesta:

Antes que nada me gustaría darte las gracias por depositar tu confianza en nuestra página de INCISEX, y despejar aquí tus dudas.

En tu pregunta nos dices que te encuentras desorientada sobre qué cosas hacer para excitarle, e impedir que su pene se “ablande”. Respecto a este punto, me gustaría comentarte algo: cualquier experiencia nueva requiere cierta dosis de incertidumbre, de desconocimiento. Por ello, haberte animado a preguntar, podría ser un buen medio para esclarecer tus dudas y aumentar tu conocimiento sobre este aspecto. Te felicito. Acerca de tu consulta sobre “cómo excitarle”, sólo puedo darte algunos consejos generales sobre formas de conseguir la “excitación” y/o erección del pene. Esto es debido a que la excitación se puede producir de muchas formas (mediante la masturbación, también con miradas, caricias, besos, tocamientos, roces… objetos) Y a uno le valdrán unas, y a otro otras, por consiguiente, al ser cada persona diferente, y por tanto, única, se excitará de formas distintas también. Esta idea de diversidad os puede dar mucho juego, ya que ambos podréis actuar como “detectives”, y descubrir qué es lo que más le gusta y excita al otro. ¡Os animo a que juguéis y encontréis esas pistas que ambos tenéis escondidas! Para ello, podréis utilizar vuestra boca, manos, cuerpo, olfato, gusto… ¡y todo aquello que se os ocurra! La masturbación, los besos, caricias, masajes y demás juegos eróticos, pueden ser una buena forma de conoceros mejor, y uno de los posibles caminos para llegar más fácilmente al coito o a la introducción de la vagina en el pene (o viceversa), ya que estos ejercicios suelen favorecer que el pene se erecte, la vagina se lubrique, y por consiguiente, que la penetración sea más fácil. Puede pasar, que si durante estos juegos eróticos, se hacen pausas que desconcentren y deseroticen al hombre, éste pierda su erección (en el caso de lograrla), y se le ponga “blanda” (como tú comentas). Por ello, para que una erección se mantenga de forma duradera, generalmente, precisa de un estímulo continuado.

Aparte de lo expuesto anteriormente, podría ser de mucha utilidad tomar conciencia de nosotros mismos y de nuestro cuerpo: cómo se ve y cómo responde a los diferentes tipos de estimulación, cómo es la vagina y el clítoris y dónde se encuentran, cuáles son las zonas más sensibles de tu cuerpo, cómo nos gusta que sean acariciadas, cómo es el aparato reproductor masculino, qué olores y sabores nos gustan, que cosas nos gustan ver, etc. Reconocer que somos sujetos sexuados con sentimientos, emociones y fantasías eróticas implica analizarnos como tales, y disfrutar más y mejor. Tener un autoconocimiento de nuestro cuerpo, y por tanto, conocer la vagina y su lugar de entrada, orificio vaginal (que no anal ni urinario), podría facilitar la introducción del pene en la misma.

Respecto a la postura más adecuada para realizar el coito (penetración vaginal), una buena recomendación podría ser la “postura a horcajadas”, es decir, ella sentada encima del hombre. De esta forma, ella podría coger el pene e introducirlo en la entrada de su vagina. Podría ser de gran ayuda que antes de la penetración, ella localizara dicha entrada, para así favorecer la entrada del pene en la misma.
Con esta postura, podrás ser tú la que lleve en todo momento el control sobre la penetración, pudiendo dirigir los movimientos y la velocidad que más se adecue a tu ritmo.


En el caso de que no desees quedarte embarazada, los preservativos (previene tanto el embarazo como las infecciones de transmisión genital) y otros métodos anticonceptivos como: la píldora, el DIU, los parches… pueden evitarlo. Tu médico puede ayudarte o ayudaros a elegir el método que más se adapte a vuestro caso.

“Hacer el amor” (que no es lo mismo que “penetración”) es un nuevo juego, cuánto más jugamos a el y más trucos conocemos, más controlamos y sabemos sobre el mismo… ¿no? Os invito a ambos a que naveguéis por este apasionante mundo… Vuestra colaboración y trabajo en equipo puede ser de gran utilidad a la hora de superar estos obstáculos que comentabas. ¡Buen Viaje!

Si quieres o queréis comentar, matizar o consultarnos de nuevo otra pregunta que os surja, será un placer atenderla.

Un fuerte abrazo y… ¡Mucha Suerte!

Asesor Incisex:

IRIA

domingo, 7 de marzo de 2010

Didicultades Comunes, una noción imprescindible


Dificultades comunes, una noción imprescindible...


Emplear el término de “dificultades comunes” nos hace situarnos en un enfoque diferente al que estamos acostumbrados, ayudándonos a salir de la dicotomia de normal-anormal contemplada desde el punto de vista “patológico” e infundada por el DSM IV (Manual Diagnóstico Estadístico) y la CIE 10 (Clasificación Internacional de las Enfermedades). Utilizar la palabra “trastorno” “parafilia” “perversión”... supone ver la sexualidad desde ángulos escabrosos y poco comunes.

Como consecuencia de prejuicios y tabus, se ven estas “diferencias” (que en realidad son frecuentes) como viciosas, perversas y enfermas. No “matizar” en los conceptos implica favorecer el “encasillamiento”, recurriendo al juicio y diagnóstico desde perspectivas de tiranía.

Ver las cosas desde el Hecho Sexual Humano (HSH), supone eliminar estos conceptos utilizados asiduamente por la psiquiatria en pro de una visión más integral, matizada y positiva.

Normalidad y anormalidad. Dos conceptos innecesarios…

Normalidad y anormalidad. Dos conceptos innecesarios…

Buscando en internet encontré en la “wikipedia” la siguiente definición de “parafilia”:
Parafilia: “Patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad”

Según esto, el encontrar excitación en objetos, situaciones… que No forman parte de los estímulos normativos basados en el coitocentrismo, es considerado como una parafilia.
Ahora bien, si el coitocentrismo es lo normal ¿no tenemos acaso la mayoría algún tipo de parafilia en mayor o menor grado? ¿realmente somos todos tan diferentes como pensamos?


¿Por qué son conceptos innecesarios?

Los términos anormal y anómalo encierran connotaciones peyorativas como: “perverso” “raro” “pecaminoso”, es por ello, que son conceptos de poca utilidad y de los que hemos de prescindir.
Se hace necesario borrar la palabra “normal” de nuestro vocabulario para asi poder eliminar de la mente de las personas la temible pregunta de… ¿soy normal? Nuestra atención debe estar dirigida al ser humano individual, y no al ilógico y psicologicamente dañino encasillamiento de las conductas sexuales en “normales” o “anormales”.



Como sexólogos no nos interesa clasificar a una persona como “normal” o “anormal” “sana” o “enferma”, nuestro objeto de estudio reside en estudiar su biografía sexual para asi poder ver cómo surgió y cómo se explica dicha peculiaridad. No damos respuestas ni diagnósticos, sino que promovemos el analisis, la reflexión y la comprensión que desde la perspectiva del hecho sexual humano se establece.

Nuestra misión NO es dictar sentencias, catalogar o curar trastornos, nuestro beneficio consiste en ayudarle a gestionar los “problemas”.


La Vía Sanitaria, Clínica:

“Conversión de todo problema de la existencia humana en problema de salud para ser curado”

Es frecuente que se nos diagnostique de “trastorno” o “patología” ante el más mínimo percance.
Estar sexualmente sano implica no sobrepasar los límites establecidos por dichas instituciones. Salirse de los “cannones establecidos” supone que nos clasifiquen partiendo de una dicotomía peligrosa de sano-patológico.


Las instituciones médicas llevan años consolidadas en su función curativa y terapéutica, con un discurso teórico que no va más allá de las disfunciones y su curación. De esta forma, tanto los médicos, incluidos los psiquiatras, como las compañías farmacéuticas, hacen eco de las últimas novedades para tratar “trastornos sexuales”: píldoras para la disfunción erectil, antidepresivos para la eyaculación precoz, farmacos para aumentar el deseo femenino…

“El hecho de comprender estos problemas desde una óptica propia de los mismos sexos los re-sitúa en una dimensión diferente para los mismos sujetos”

Es frecuente que las personas, absorvidas por la visión clínica centrada en el déficit, se autodiagnostiquen a través de preguntas como: ¿me pasará a mi eso? ¿seré yo como él/ella?... El miedo a que se confirmen sus sospechas les produce un sentimiento de culpa y vergüenza. Pasar de una línea patologizadora a una basada en las “dificultades comunes” implica que la persona se sitúe desde una perspectiva distinta a la hora de reflexionar y analizar su peculiaridad

jueves, 4 de marzo de 2010

Conceptos

  • Sexo:
Está constituido por una serie de acontecimientos bio-psico-sociales que hace que seamos obligatoriamente seres sexuados: hombres o mujeres.

El fin del sexo es la sexuación, y desde ella la búsqueda y encuentro de los sexos. Es decir, el sexo tiene como objetivo hacer sujetos sexuados.
Existen elementos sexuantes que contribuyen a que un sujeto se sexue de uno u otro modo (de un sexo u otro sexo).
Sexo deriva del latín “secare”, que significa: “cortar”, “dividir”, “separar”. Podemos aplicar esta terminología, por tanto, al mito que narró Aristófanes. En este, Zeus “cortó” a estos seres redondos en dos. De ahí viene la expresión “buscar a mi media naranja”.
El sexo es el origen del amor, es decir, el amor es consecuencia de la diferenciación sexual, del “corte”. Fruto de ello surgen las parejas.


  • Sexuación:
Proceso mediante el cual nos hacemos sujetos sexuados (de uno u otro sexo) a partir de una intersexualidad manifiesta.
El proceso de sexuación dura toda la vida.



Tres postulados:
1º) todos nos hacemos sujetos sexuados según dos MODOS: masculino y femenino
2º) estos dos modos, ofrecen dos MATICES: heterosexual y homosexual (no solemos encontrar la bisexualidad)
3º) Hay una gran variedad de PECULIARIDADES, tanto en sus modos como en sus matices.


  • Sexualidad:
Modo de sentir el sexo, es decir, cómo vivo mi realidad de ser hombre o mujer y cómo me siento orientado hacia ellos.




  • Pareja:
Dos sujetos sexuados que se buscan, se atraen y desean “convivir.
Estos sujetos, se atraen y se aman porque son sexuados.


Los duos más deseados son los que se hacen por el paradigma de los amantes y el paradigma de los sujetos sexuados (cortados)

Las dificultades comunes

http://rapidshare.com/files/359108842/LAS_DIFICULTADES_COMUNES.ppt.html